Ahora es un momento excelente para sembrar nuestros propios alimentos, y para compartir en familia. Los cultivos domésticos, son cada vez más populares. En los últimos años y como una forma de acceder a productos verdaderamente naturales sin tratamientos químicos ni abonos artificiales ha crecido de forma espectacular los cultivos en terrazas, jardines, azoteas o balcones.
Cultivar todo tipo de plantas y productos hortofrutículas han conseguido que muchas personas encuentren en el cultivo en casa una verdadera afición a la que dedican gran parte de su tiempo libre. Y es que tener la posibilidad de tomar algo que tú mismo has hecho crecer es una satisfacción muy grande.Qué mejor que sembrar tus propios alimentos !!!
¿Quieres aprender a hacer un huerto urbano en casa?
En esta guía paso a paso repasamos todo lo que necesitas para empezar tu huerto.
A lo mejor, no cuentas con mucho espacio… entonces puedes para tener tus propios alimentos :
Tambien puedes sembrar en botellas de plástico
https://milibrodeideas.com/hogar/12-alimentos-que-puedes-cultivar-en-botellas-de-plastico/
El cultivo en casa, resulta una actividad muy divertida, relajante y que disminuye el estrés. El tiempo que dedicamos cada día a nuestras plantas nos ayuda a desconectar. Nos motiva a preocuparnos por la calidad de los alimentos que compramos, valorando su origen, los procesos de producción y distribución y valorando cuestiones fundamentales como la seguridad y la soberanía alimentaria
El objetivo no es obtener una gran producción, sino producir alimentos saludables, ricos y desarrollando una actividad de ocio, sobre todo ahora que nos quedamos en casa. Crear un pequeño huerto en casa, en un balcón, terraza o patio, se convierte en una actividad que puede ser muy satisfactoria y enriquecedora, produciendo nuestros propios alimentos.
Todos estos y otros muchos son beneficios que nos puede aportar tener un pequeño huerto en casa, siempre que tengamos claros los objetivos del mismo y superemos las dificultades iniciales que, como personas, podemos tener: impaciencia, querer obtener resultados rápidamente y sin complicaciones, poca capacidad de observación, querer reproducir la agricultura convencional en nuestro balcón etc. Una vez superados estos inconvenientes y adoptando una actitud de curiosidad y de predisposición al aprendizaje continuo, conseguiremos que nuestro huerto sea una experiencia fascinante, y tendremos nuestros propios alimentos, y para compartir en familia.